CÓRDOBA C.F. | José Miguel Salinas se despide de la presidencia


Hace un balance de este tiempo, sin Antonio Prieto ni Ernesto Hita y augura un futuro ilusionante con los nuevos propietarios

El adiós de José Miguel Salinas como presidente del Córdoba ha deparado una rueda de prensa repleta de detalles significativos. El primero es que el mandatario estuvo respaldado por gran parte del Consejo de Administración. ¿Quiénes no estuvieron presentes? Fueron Antonio Prieto y Ernesto Hita, que alegaron motivos personales. Salinas se despidió dando las gracias a todo el cordobesismo, desde el dueño del club, José Romero, pasando por el técnico, el ex director deportivo y todo el club.
Salinas dejó clara una cosa en su marcha. La presente temporada le ha decepcionado, ya que el pasado verano “se confeccionó una plantilla mejor para quedar algo más arriba que la anterior temporada, algo que junto al cambio de sistema de ascenso, hacía la campaña más atractiva, pero las cosas no salieron bien y creo que la frustración ha ido más encaminada a no poder estar ahí arriba luchando, pero de descenso se habló muy poco en estos dos años". Es por ese motivo por el que el presidente muestra su mayor desilusión.

En otro orden de cosas sí que está muy satisfecho. En este sentido dijo que la parcela económica tenía una misión, que "era la reducción de gastos, sobre todo en la primera plantilla, manteniendo la competitividad". Salinas mencionó con mucha resignación que "hicimos un esfuerzo por conseguir autonomía financiera pero la frustrada fusión de Cajasur y Unicaja el 21 de mayo hizo saltar todo por los aires". En este sentido, todos estos problemas generaron mucha incertidumbre porque "hubo momento financiero negativo, rumores de venta constantes y desconcierto por la frustración en dichas ventas. A pesar de ello tenemos que ser críticos porque equipos con esos problemas como el Betis y el Rayo han ascendido a Primera".

Tras su marcha, no quiere mirar atrás, ya que "analizar errores a posteriori siempre es más fácil. Por ejemplo, sobre los jugadores, vemos como los equipos técnicos de Madrid, Barcelona o Atlético, se equivocan en dos de cada cinco fichajes todos los años, y lo han analizado durante meses. Y tiene dinero a punta pala y ojeadores, pero no pensaban, con los informes que tenían, que iban a fallar. Pero el fútbol es así y esto le dota de ese encanto y de esa incertidumbre que tiene". Es más, para él “con un club de fútbol somos más exigentes que con otras profesiones, es algo normal".

Con su marcha, José Miguel Salinas dice adiós a dos años al frente de la entidad blanquiverde en los que "muchos de los errores cometidos, con los datos que hemos tenido después probablemente no se habrían cometido”. Eso sí, augura a los futuros propietarios un proyecto bonito porque "con la inyección financiera que puede y debe traer la nueva propiedad, el Córdoba está en condiciones de avanzar, aunque se encuentra hoy mejor que en el momento en que nosotros nos hicimos cargo del club".

La ausencia de Antonio Prieto es cuanto menos sintomática, Carlos González necesita alguien de la tierra para efectuar su desembarco y parece haberse puesto en las manos del exgerente de Sanyres, persona muy ligada al PP, de cuyo grupo municipal formó parte, de modo que puede servir de nexo entre el club y el nuevo equipo de gobierno en el consistorio cordobés.

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